33º ENM Trelew
Taller Mujeres y feminismos
Por Aye Obladi
Desde Las Rojas nos jugamos a copar el Trelew llevando una política clara y necesaria: que la ola verde se sume a la lucha contra el presupuesto de hambre y miseria, el 24 de Octubre. Fue precisamente ese, el debate que llevamos a todos los talleres… tanto a los de trata, aborto, violencias, ESI, mujeres trans, como al taller de “mujeres y feminismos”. Puntualmente en este último, la complejidad de instalar ese debate se daba (además de por los factores estrictamente políticos) por la generalidad y abstracción de su propia temática.
El primer día, el taller giró alrededor la siguiente pregunta: ¿cómo se construye el poder desde el feminismo?, cuestión que se extendió al “quién” y “dónde” se construye. Las primeras intervenciones iban en relación a acentuar que el poder de las feministas necesariamente tenía que construirse de manera opuesta a la forma en que se construía el poder de “los machistas” y el patriarcado. Palabras como “sororidad”, “democracia”, “deconstrucción” y “popular”, copaban el aula con poco o casi nada de debate alrededor de ello y en términos teóricos Foucault se hallaba como máximo exponente implícito a la hora de conceptualizar el poder. Bajo esos fundamentos, las diversas organizaciones presentes (desde el PCR como organizador, pasando por la gran presencia del sector kirchnerista y organizaciones autonomistas, sin mencionar al FIT, al PTS como el gran ausente del taller y encuentro en general), instalaron un (no) debate que hacía abstracción de las luchas reales del movimiento de mujeres actual. Desde Las Rojas, nuestra primera intervención partió de un balance de la lucha por el aborto, tal como el que habíamos dado las argentinas. En ese sentido, esgrimimos que la pelea histórica que habíamos dado y de la manera que la habíamos llevado a cabo, nos arrojaba la mayor de las respuestas posibles acerca de cómo se construía el poder feminista: nuestro poder era ese que se construía en las calles, que se hacía de manera masiva, organizadas y de forma independiente. Un poder que nace desde abajo y en las calles, totalmente contrapuesto al poder del patriarcado y de sus instituciones, al poder por ejemplo, de un Estado con una democracia parlamentaria representativa donde poco más de setenta tipos que ocupan un cómodo sillón en el senado y cobran miles y miles de pesos como sueldo, podían decidir por sobre los cuerpos y las decisiones de millones y millones de mujeres que ya le habían dicho SÍ a la legalización del aborto. Al mismo tiempo mencionamos que ese camino, el de las calles, era el que debíamos seguir. Que no podíamos esperar al 2019 y que teníamos que estar el 24 ante la votación del presupuesto, en unidad con el movimiento obrero. Nuestra intervención colocó la idea de “las calles” como incuestionable, pese a que la mayoría de las organizaciones presentes, se encuentren muy distanciadas de ellas en la praxis. La segunda pregunta que le dio marco al primer día de taller, fue la de si todos los movimiento de mujeres, podían ser caracterizados como feministas. Inmediatamente la respuesta fue negativa y una compañera no organizada tomó como ejemplo al “Movimiento de Mujeres Católicas” como expresión de un movimiento de mujeres que de feminista no tenía nada. Se escuchó algún comentario defendiendo al activismo de las católicas pero tampoco hubo algún debate al respecto y ante otra intervención de Las Rojas donde cuestionamos la posibilidad de construir un feminismo real cuando determinadas organizaciones como Patria Grande y el kirchnerismo “iban con el Papa”, las respuestas también fueron nulas. Finalmente, el debate de si los varones debían o no debían (y cómo debían) formar parte del feminismo, fue el que hegemonizó el primer día de taller, aunque pese a la despolitización intentamos tomar ese tema instalado, para hablar de la necesidad de la unidad con el movimiento de trabajadores como aliado (principio político de nuestro feminismo socialista).
El segundo día de taller inició con intervenciones claramente políticas. Representantes de la CTA colocaron el tema del movimiento en esta coyuntura, la importancia de los organismos feministas dentro de los sindicatos y la necesidad de que el movimiento de mujeres debata sobre a quién debería acompañar con su voto en las próximas elecciones de 2019. Ante eso, Las Rojas intervenimos reforzando la crítica a la política del “hay 2019” cuando en realidad “la pelea era (es) ahora” y el mayor desafío político inmediato que teníamos como movimiento, era el de enfrentar el ajuste y el 24 estar nuevamente en las calles, contra el presupuesto de déficit 0 de Macri y el FMI. Esa intervención marcó los límites de los temas a discutir durante ese taller, y el problema del presupuesto apareció en repetidas intervenciones de mujeres organizadas y no organizadas e incluso se llegó a mencionar el rol de las centrales sindicales durante el paro de mujeres y las jornadas del 8 y 13 por el aborto legal, donde no llamaron al paro y muchas compañeras trabajadoras no pudieron asistir.
Estos temas estuvieron presentes con mayor énfasis en esta segunda instancia, pero sin embargo no se gestó un debate real y genuino alrededor de éste. La mayoría del sector K, “las chinas” y las autonomistas se reducían a decir que “sí”, que había que estar en las calles contra el presupuesto… y en seguida giraban a nuevos debates sobre nuevas abstracciones signadas por el individualismo y liberalismo epistemológico (por momentos institucionalista y por otros autonomista), del tipo ¿cuál es el rol de los varones?, ¿cómo nos “deconstruimos” cuando el patriarcado nos penetra? ¿Cómo (o si) construir dentro de partidos donde hay varones que nos oprimen?, ¿qué es ser feminista? ¿Qué políticas feministas llevar a cabo desde las instituciones/organizaciones de las que formamos parte? etc. Todos temas que se reflejaron en la última instancia del taller, la de las conclusiones, donde iniciamos definiendo ¿qué es el feminismo? (definido como aquello que se oponía a las clases dominantes y se caracterizaba por diversos adjetivos: la sororidad, la afectividad, el decolonialismo, el anticapitalismo, y un largo etc.) y concluyendo el documento con la política que desde Las Rojas habíamos llevamos. Se escribió: “que la ola verde se sume a la lucha contra el presupuesto” e incluso la exigencia a la CGT de que llame a un paro nacional el día 24.
Finalmente podríamos decir que la participación en este taller fue un acercamiento interesante; logrando intervenir con la política de Las Rojas e iniciando ciertos debates fundamentales desde la perspectiva del feminismo socialista de la cual formamos parte, tal como la crítica estructural a las instituciones del capitalismo-patriarcal (tanto al Estado como a la Iglesia) y a la necesidad de la unidad entre todos los sectores explotados y oprimidos del sistema, fundamentalmente al movimiento obrero. Sin embargo, el taller en general estuvo signado por su despolitización, el no anclaje en las luchas reales presentes, y la deriva de fondo hacia un feminismo liberal e individualista. Definitivamente, la lucha por empezar a acercar una perspectiva que además de feminista sea socialista, es de los mayores desafíos que tenemos por delante.