Se hizo justicia por Ivi y su hija
Triunfazo del movimiento de mujeres
Por Pachi Álvarez
Fue en uno de los martes verdes, esos pañuelazos frente al Congreso previos al tratamiento de la ley del aborto en Senadores, cuando Ivana se acercó a la columna de Las Rojas a recolectar firmas para un amicus de su caso. Nos comentó entonces que ella estaba llevando a juicio al progenitor de sus hijos, Gabriel Sosa, por abusar sexualmente de la hija de ambos. Ivana, desde el primer momento, tuvo en claro que para ganar no se puede confiar en la justicia patriarcal, y que para ganar había que pelearla dentro y fuera del tribunal, con movilizaciones y acompañamiento desde las calles.
Desde Las Rojas acompañamos desde la primera audiencia, siempre responsabilizando al Estado, en su rol de cómplice y garante de la violencia y de los abusos. Porque no garantiza educación sexual integral, laica, científica y feminista, que garantice que los niños y niñas víctimas puedan denunciar y defenderse. Porque destina cada día menos presupuesto contra la violencia, y no garantiza refugios ni hogares dignos para las mujeres víctimas. Porque este gobierno reaccionario no tiene ningún interés en los derechos de las mujeres.
Las audiencias se llevaron adelante en los Tribunales de Lomas de Zamora, que no se caracterizan por emitir condenas ejemplares en los casos de abusos o violaciones. Particularmente, para los casos de abuso sexual infantil, proliferan los operadores judiciales y abogados que amparan a los abusadores argumentado con el falso “Síndrome de Alienación Parental”, o SAP, por el cual acusan a las madres denunciantes de “lavado de cerebro” de sus hijos e hijas, inculcando el odio al progenitor. Si bien el SAP no tiene ninguna validez científica y fue desarrollado como concepto por un pedófilo confeso[1], se utilizan sus hipótesis para desestimar el testimonio infantil y la denuncia de los adultos protectores. Puede parecer difícil de creer, pero en más de un fallo de los tribunales lomenses se ha dejado a niños y niñas abusadas al cuidado del padre abusador. La razón por la cual el SAP es aceptado sin grandes cuestionamientos es porque se asienta sobre bases patriarcales, al igual que el abuso sexual infantil. Es, básicamente, quitar valor a la palabra de niños y niñas, y tratar de locas, brujas, despechadas y maliciosas a las mujeres.
A todo esto se enfrentaba Ivana, que llevó la causa sin abogado querellante por lo costoso que resulta, con fiscales asignados y sobretodo con mucha fuerza. En las calles, durante las dos audiencias y el día que se dictó la sentencia, Las Rojas estuvimos en la puerta, con amigos, familiares y organizaciones de la zona, agitando y exigiendo justicia por Ivi y su hija, y cárcel al abusador Gabriel Sosa. Entendemos que es la lucha en las calles, la organización, la que le tuerce el brazo y les arranca triunfos a jueces y funcionarios. Y así fue: el miércoles 22 le dieron 11 años de prisión a Sosa, la condena que pedía la fiscalía. Un triunfo enorme celebrado con cantitos, abrazos y lágrimas en la puerta de los Tribunales de Lomas.
La lucha sigue. El movimiento de mujeres crece cada día al calor del NiUnaMenos y de la pelea por el aborto, son cada vez más las mujeres que quieren organizarse. Desde Las Rojas entendemos que esa fuerza hay que volcarla en todos nuestros espacios, en nuestros lugares de estudio y de trabajo, acompañando cada caso. Como Ivi, muchísimas mujeres nos levantamos cansadas de ser víctimas y pasamos a ser luchadoras. Multipliquemos ese ejemplo, sabiendo que es la lucha en las calles nuestra garantía para ganar.
[1] Richard Gardner acuñó el término en su libro “Child Custody Litigation” (1986 – Estados Unidos).