“La revolución hace mejores a las personas” (Alaa al Aswany)
El 8 de Marzo celebramos la fecha iluminados por la rebelión del pueblo egipcio, que abre la posibilidad de construir una salida a la miseria en que viven los pueblos árabes, y también un camino para aliviar la terrible opresión que sufren las mujeres. “Así lo corrobora la estudiante Naram Mahmud, de 23 años, ‘En absoluto hay acoso sexual’. La joven apuntó que multitud de egipcios han participado en las manifestaciones en la plaza y que ‘nadie ha molestado a nadie. Aquí la gente es más responsable, es un paraíso, destacó maravillada, en referencia a la permisividad e indolencia que muchas mujeres encontraban cuando eran acosadas en los tiempos previos al levantamiento popular” (AFP).
“Sobre el futuro, la escritora y feminista Nawal el Saadawi, de 79 años, dice que ‘los revolucionarios están trabajando para cambiar la Constitución y tener un Estado aconfesional’. A su juicio, el régimen de Mubarak ha usado la religión y el acoso a la mujer para dividir y amenazar a los ciudadanos. Para la Fundación Nueva Mujer, “el hecho de que las mujeres no estuvieran organizadas durante las protestas, con unas exigencias de derechos específicos en mente, puede suponer que se las vuelva a ignorar en esta etapa post Mubarak”. Coincidimos. Ni el movimiento obrero ni las mujeres pueden confiar al ejército ni a ningún representante del Estado capitalista la satisfacción de sus demandas. En caso de consolidarse un nuevo gobierno burgués, lo más probable es que luego de un período inicial de concesiones intente volver al “orden”, y el orden capitalista en Egipto es la superexplotación de los trabajadores y la extrema sumisión de las mujeres, como en todo país semicolonial. Pero a esta rebelión desde abajo, hasta ahora no se la han apropiado ni los religiosos ni el nacionalismo burgués. Esas barreras se han levantado por un momento, y la gente mira encantada el horizonte de posibilidades que se abre ante sí. El siguiente reportaje “al paso” ilustra muy bien esta situación: “Mujer: Antes los maridos no nos dejaban ir a las protestas. Y ahora hemos encabezado manifestaciones, nos hemos enfrentado a la policía. ¿Se da cuenta?”. “Periodista: Pero Egipto sigue siendo un país patriarcal, machista…”. “Mujer: Claro, y lo seguirá siendo un tiempo más. Pero algo grande ha cambiado aquí. Cuando usted ha vivido presa, presa en su propia casa, y prueba la libertad… ese saborcito no se olvida. Las mujeres egipcias ya no volveremos a ser las mismas, se lo aseguro. Cuando vuelva con mis hijos, les contaré. No lo van a creer. Pero yo lo vi, yo lo viví. Ya nada volverá a ser como antes”.
Por una organización y un programa revolucionario para la liberación de las mujeres
No somos ingenuas, sabemos que la suerte de las mujeres árabes está ligada a la profundidad que pueda alcanzar el proceso en la región, entendiendo por “profundidad” no solamente cuántos gobiernos caigan, sino también que puedan abrirse paso nuevos partidos revolucionarios, nuevos sindicatos clasistas y nuevas organizaciones de mujeres con un programa de liberación, unidas a los trabajadores en la lucha contra el capitalismo. Lo que también sabemos, y las feministas burguesas parecen olvidar, es que la opresión de las mujeres por las iglesias y los Estados es una lacra que crece no donde hay revueltas populares, sino donde la barbarie capitalista no encuentra resistencia. En Argentina ha renacido la vieja costumbre de quemar a las mujeres desobedientes, las leyes dejan a los golpeadores en libertad para cumplir su amenaza, y los casos de mujeres asesinadas en la hoguera por el marido o el ex marido se suman semana a semana, como en la inquisición, ante la impavidez del Estado. La iglesia muestra su regocijo por el discurso “a favor de la vida” de la presidenta, que inauguró el año político dejando en claro que no habrá legalización del aborto. Esta es la realidad: en la Argentina “progre” con presidenta mujer, donde cada año se reúnen 30.000 mujeres en un Encuentro Nacional, las mujeres estamos retrocediendo. En el Egipto islámico, las mujeres avanzan al calor de la rebelión obrera y popular. Quien quiera oír, que oiga.
¡Viva la lucha de los pueblos árabes!
¡Por la liberación de los trabajadores y las mujeres del capitalismo patriarcal!
¡Por un movimiento de mujeres feminista y socialista aliado a las luchas obreras y populares!