La lucha por el Derecho al aborto legal, libre, seguro y gratuito

La lucha por el Derecho al aborto legal, libre, seguro y gratuito

 

De cómo el gobierno de Cristina ha venido boicoteando el derecho a decidir

A nuestro juicio, todos estos avances se deben al Argentinazo(2), cuando los sectores populares (entre ellos cientos de miles de mujeres) ocupa-ron las calles durante meses y años, instalando la idea de que los oprimidos tenemos derechos, idea que permanece muy viva hasta hoy como probó la convocatoria #Ni una menos.

El gobierno K, al que le tocó ser el “administrador” de estas nuevas relaciones de fuerzas nacidas del 2001, resultó ser un administrador capitalista y patriarcal: decidió que algunas concesiones al movimiento lgbti serían el tope que tendrían los avances en la igualdad de género en nuestro país, y desde entonces se dedica a luchar denodadamente para evitar que la legalización del aborto se discuta en el Congreso.

El fallo de la Corte fue el lugar adonde llegó el nudo de esta “cinchada” entre el espíritu del Argentinazo (que tuvo una continuidad en diversos movimientos, entre ellos el de mujeres con su enorme ENM anual) y la política procapitalista, clerical y patriarcal del gobierno K. Y el último protocolo nacional para que los hospitales sigan realizando abortos no punibles (del que, aclaramos, no se saben los alcances porque no es una resolución ministerial, ni una ley, ni nada que obligue a nadie a hacer nada) es resultado, evidentemente, del golpe del #Ni una menos, que se hizo sentir en el gobierno.

 

Los abortos “no punibles”: La Iglesia en primera fila contra los derechos de las mujeres

En este momento de cambio de gobierno, todos los actores sociales y políticos pugnan para que la situación que emerja de las próximas elecciones les sea más favorable. La iglesia, por ejemplo, no pierde el tiempo. Escribieron una carta pública a la Corte Suprema de Justicia instándola a dar marcha atrás con su fallo sobre abortos no punibles, y rechazando el protocolo (ministerial, pero del cual el Ministerio no se hace cargo) que acabamos de mencionar. La argumentación de los inquisidores es interesante. No apelan a razones de moral ni religión, sino a un argumento que ha sido utilizado tanto por el gobierno K como por la oposición de derecha en sus interminables peleas: la superposición de poderes. Dicen los curas que la Justicia, con ese fallo, pasa por encima del Poder Legislativo, el cual no ha abierto el debate sobre la legalización del aborto. Es que, la Justicia debería ser siempre, junto con el ejército, el reaseguro reaccionario del sistema. Los demás poderes (Legislativo y Ejecutivo) están sujetos a cosas a veces imprevisibles, como las elecciones, que aun en forma amañada y distorsionada pueden representar, en alguna medida, algún aspecto de la voluntad popular. Para algo la clase dominante mantiene un cuerpo de funcionarios hiperprivilegiados que no tienen que “quedar bien” con el pueblo, mantienen su cargo hasta que se mueren, no pagan impuestos y tienen sueldos y jubilaciones de ultraprivilegio.

Y resulta que la Corte Suprema, que debería liderar sin fisuras este poder de élite, termina jugando un rol más progresista en cuanto a derechos de las mujeres que el Parlamento y el resto de los tribunales del país, llenos de Piombos. Y nada menos que en el tema del aborto, que para las iglesias latinoamericanas equivale a abrir las puertas del infierno, y para los capitalistas latinoamericanos equivale a cuestionar todo su plan de producción-reproducción semicolonial.

 

Los que vienen prometen más clandestinidad…Que el derecho a decidir de las mujeres sea

reclamo de cientos de miles en las calles

El hecho es que los curas y los sectores más reaccionarios empiezan a pelear para volver atrás los pasos, pocos o muchos, que dimos en la pelea por el derecho al aborto. Demás está decir que si cae el fallo de la Corte, caerían las consejerías pre y pos, los departamentos de ginecología amigables en hospitales públicos, y todo lo que vino asociado al hecho de que en un hospital se puedan hacer abortos.

¿Cómo nos posicionamos frente a esto desde el movimiento de mujeres? La Campaña Nacional, después de besar y abrazar diputados durante doce años sin resultados, decidieron que con Scioli y el Papa ya no hay posibilidades de legalizar el aborto, y entonces hay que dedicarse a difundir el misoprostol clandestinamente. O sea, se rindieron frente al gobierno K y su política de prohibición del aborto y difusión por abajo del “aborto nacional y popular, fácil y en casa”, irresponsabilidad que todos los días deja su tendal de hemorragias, infecciones y abortos fracasados.

Del otro lado tenemos el #Ni una menos y sus réplicas, la multiplicación de marchas y escraches en juzgados, barrios y municipios, por justicia o en defensa de las mujeres. Las Rojas nos paramos desde ahí y proponemos organizar todas las luchas que hacen a los derechos de las mujeres en un movimiento que huya del sectarismo como de la peste, que incluya a todo familiar, víctima o amigo de víctima que quiera luchar, y que levante un programa que reivindique todos los derechos de las mujeres: trabajo genuino, aborto legal y basta de violencia.

Para avanzar en la construcción de este movimiento vamos al ENM este año.

 

Notas:

(1) La judicialización que la iglesia y los gobiernos provinciales hacían de los casos de niñas embarazadas por violaciones, hizo que el repudio popular a la situación de esas niñas se dirigiera a la Justicia; las aberraciones de los jueces del interior que impedían esos abortos eran rechazadas. En el año 2012, la Corte Suprema de Justicia dictó un fallo en el que interpretaba de un modo muy amplio las excepciones que el Código Penal establece desde 1921 para la prohibición del aborto: cualquier mujer que declare haber sido violada, o que interponga razones que salud física, psicológica o social, para querer interrumpir su embarazo, debe poder acceder al aborto en un hospital público.

(2) Aunque su momento culmine fue la caída del gobierno de De la Rúa en las jornadas del 19 y 20 de diciembre del 2001, el proceso del Argentinazo fue un movimiento insurreccional de masas, que incluyó puebladas  piquetes, asambleas populares y manifestaciones de cientos de miles. El gobierno K necesita borrarlo de la historia  para aparecer ellos mismos como salvadores de los pobres.