¡Por una vida libre de violencia sexual!

¡Por una vida libre de violencia sexual!

 

En Santa Cruz, luego de dos semanas de desesperada búsqueda por parte de su familia, era encontrado en un terreno baldío el cuerpo calcinado y descuartizado de la joven trans Marcela Chocobar. En Córdoba, Laura Moyano fue encontrada sin vida en una obra de construcción con signos de abuso sexual, sus genitales mutilados y traumatismo de cráneo producto de una brutal golpiza. En Santa Fe, a Coty Olmos, mujer trans de 59 años, la encontraron con golpes en su cara, puñaladas en su cuello y un balazo en el pecho. En Capital Federal fue asesinada la reconocida activista y funcionaria del Kirchnerismo Diana Sacayán, una de las primeras travestis en recibir su documento de identidad en julio de 2012 en la Casa Rosada a partir de la Ley de Identidad de Género, activista por los derechos de mujeres y travestis en situación de prostitución, a quien mataron luego de 13 puñaladas en su departamento del barrio de Flores. Todos estos casos hasta la fecha están impunes. La homolesbotransfobia no acabó el día en que en el congreso se sancionó la ley de matrimonio igualitario y ley de identidad de género, leyes que hacía tiempo eran bandera de las luchas del movimiento LGTBI. Hoy nos podemos casar, y tener un documento que nos represente, pero nos siguen discriminando, golpeando y asesinando impunemente por nuestra orientación sexual, y esto es así porque durante el gobierno del kirchnerismo no se llevaron a cabo políticas reales que cambien estructuralmente el problema. La expectativa de vida de personas trans y travestis siguió siendo de 35 años, ¡sí, 35 años!,  producto de las condiciones precarias de vida y marginación social, en donde un gran sector encuentra en la prostitución siempre machista y opresiva una salida para poder sobrevivir, quedando también expuestas a la violencia policial. Lo que debería haber hecho el gobierno para revertir esta situación y garantizar nuestros derechos es dejar de financiar por sumas millonarias a la iglesia machista y homofóbica y su educación confesional, que todos los días se mete en nuestras escuelas, en nuestras vidas y en nuestras camas, para con esa plata generar políticas públicas reales destinadas a la inclusión laboral, brindando trabajo genuino que permita una independencia económica, abriendo refugios para la atención de casos de violencia, creando las condiciones para una verdadera inclusión en el sistema de salud, de educación y tantas cosas más.

Pero si con el gobierno anterior nuestros derechos valían poco, en la actual coyuntura se devalúan aún más. La homolesbotransfobia, la discriminación y persecución se profundizan hoy con el gobierno ultra reaccionario de Macri. Desde el grupo neonazi en Mar del Plata amparado por Arroyo, intendente Macrista, que se dedicó a atacar a activistas LGTBI y del movimiento de mujeres, siguiendo por el secuestro y tortura del activista Lautaro Blengio por parte de la policía en Miramar, hasta los despidos de dos mujeres en una oficina pública por el solo hecho de ser lesbianas y la negativa a la inclusión laboral de personas trans y travestis, configuran un giro a la derecha y un claro ataque a la comunidad LGTBI. No nos olvidamos que pocos meses antes de ser asesinada, Diana Sacayán había sufrido nuevamente los golpes y la cárcel por parte de la policía metropolitana de Macri. Ante el caso de Mar del Plata, desde Las Rojas fuimos parte activa de la Asamblea por una sociedad sin fascismo que como espacio colectivo de lucha en unidad, con el repudio y la presión en las calles, consiguió meter presos a los líderes del grupo neo-nazi, responsables también de provocar la represión a miles de mujeres que se organizaban por sus derechos en el 30º Encuentro Nacional de Mujeres.

Por esto, desde Las Rojas salimos a las calles con toda la fuerza y la indignación que nos genera cada caso y para que realmente se haga Justicia.

Porque no vamos a dejar de luchar mientras las personas LGTBI sigan sufriendo discriminación, se las expulse de la casa y del trabajo por su orientación sexual, se las siga violando, torturando y matando.

Hoy se hace totalmente necesario redoblar la lucha para que todos tengamos una vida digna, para que haya verdaderas políticas que garanticen que trans, travestis y mujeres puedan acceder a trabajo genuino y a un proyecto de vida libre de violencia y explotación sexual. Para ello tenemos que levantarnos en las calles con la más amplia unidad de acción entre sectores independientes del gobierno, para golpear con un solo puño al gobierno reaccionario y homofóbico de Macri, y de esa manera arrancarle todos los derechos que nos son negados. Tenemos que volver a poner en pie un movimiento LGTBI , que luche codo a codo con el millón de mujeres que se movilizó para exigir Ni Una Menos, aliado con los trabajadores, con la juventud y con todo sector explotado y oprimido, para construir una sociedad que libre e igualitaria. 

 

¡Justicia por Diana Sacayán! ¡Exigimos esclarecimiento de los hechos y castigo al travesticida!

¡Basta de femicidios, travesticidios y de homolesbotransfobia!

¡Trabajo genuino que garantice independencia económica ya!

¡Acceso a trabajo, salud educación y a una vida libre de violencia sexual!