Macri y las Iglesias lanzan la Red “antiderechos”

 

 

Macri y las Iglesias lanzan la Red “antiderechos”


El gobierno y los sectores antiderechos vuelven a arremeter contra las mujeres. Esta vez, con el lanzamiento de lo que han denominado una “Red nacional de acompañamiento a la mujer con embarazo vulnerable”. La misma incluiría el funcionamiento de una línea telefónica, centros de atención y derivación a grupos religiosos de “contención” y contaría con promoción oficial por parte del gobierno. 0800 «antiderechos».

 

anti derechos

 

La estatización de los grupos “pro-vida”

El 6 de marzo tuvo lugar la presentación formal en la Cámara de Diputados de un convenio que pretende nuclear a los distintos sectores celestes para seguir atacando los abortos no punibles. En diciembre del año pasado ya se había firmado este convenio entre organizaciones antiderechos, vinculadas tanto al evangelismo como a la Iglesia Católica, y representantes del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, a cargo de Carolina Stanley. El evento llevado a cabo en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso fue convocado por ACIERA (Alianza Cristiana de las Iglesias Evangélicas de la República Argentina), y en él participaron diputados del oficialismo.

A un año del inicio de la marea verde, y a tan sólo dos días del #8M, el gobierno y los sectores antiderechos, vuelven a arremeter contra las mujeres. Esta vez, con el lanzamiento de lo que han denominado una “Red nacional de acompañamiento a la mujer con embarazo vulnerable”.  La misma incluiría el funcionamiento de una línea telefónica, centros de atención y derivación a grupos religiosos de “contención”  y contaría con promoción oficial por parte del gobierno. Se trata, en verdad, de la estatización de grupos como Gravida, una organización católica que opera en los hospitales públicos para amedrentar a todas aquellas que hayan acudido a los mismos para practicarse una ILE.

El mismo gobierno que le quita presupuesto a las líneas 144 y 137, dejando desamparadas a las mujeres en situación de violencia, decide impulsar una línea antiderechos y destinar el dinero público a garantizar la tortura de niñas, como ocurrió en Jujuy y Tucumán. El macrismo, que destina 11 pesos por mujer para las áreas que buscan erradicar la violencia de género, le da apoyo oficial a una política que abiertamente se declara en contra de las mujeres y todas las personas gestantes.

Perversamente, definieron este 0800-anti-derechos como una forma de “contener” lo que denominan “embarazos inesperados”. Pero, en este sistema capitalista y patriarcal, no hay nada menos “inesperado” que el embarazo de una menor. Todos los días nos desayunamos cruentas noticias de trans-travesti-femicidios, abortos no punibles no realizados, niñas obligadas a parir, abusos, violaciones… mientras los culpables quedan impunes. Ningún embarazo no deseado será “inesperado”, mientras no exista la educación sexual laica, científica y feminista. Ningún embarazo no deseado será “inesperado” mientras los violadores anden sueltos y las mujeres sean castigadas.

El macrismo y todos los reaccionarios buscan devolvernos palmo a palmo cada una de las estocadas que les hemos sabido asestar, desarrollando una política cada vez más activa en contra de nuestros derechos. Como tiemblan cada vez que hacemos temblar al planeta, nos responden con estas barbaridades.

 

No mezclamos los pañuelos con los torturadores de niñas

Es claro que nos encontramos ante un nuevo intento de arremeter contra el movimiento feminista, que se encuentra en vísperas de volver a inundar las calles contra los dinosaurios del Senado, contra las políticas misóginas y clericales de este gobierno, contra su ajuste y, sobre todas las cosas, para levantar bien en alto la bandera por la legalización del aborto. En vísperas de que en todo el mundo las mujeres, trans, travestis, lesbianas y no binaries salgamos a plantarles cara a monstuos como Trump, Bolsonaro, Macri y cuanto multimillonario reaccionario gobierne.

Frente a este contexto, se hace cada vez más evidente el carácter criminal de la propuesta kirchnerista de “unir pañuelos verdes y celestes”. Los pañuelos celestes no son sólo de los evangélicos, son también del clerical de Manzur, que otrora fuera ministro de Salud de Cristina Kirchner, y hoy en día se consagra como un torturador de niñas violadas.  Ayer, los pañuelos celestes estuvieron presentes en el Salón de Pasos Perdidos del Congreso en el lanzamiento de la Red antiderechos. Los verdes siguen en las calles y serán cientos de miles el próximo #8A, exigiendo aborto legal.