Jujuy | No salvaron ninguna vida
El caso de la niña embarazada producto de una violación en Jujuy y obligada a parir resonó de norte a sur en nuestro país. La novedad ahora es que la beba prematura que nació de esa cesárea ha fallecido.
Por Tofi Mazú
Una cesárea no es un aborto no punible
La niña, de tan solo 12 años, había quedado embarazada como resultado de una violación perpetrada en la localidad de San Pedro por un adulto de 60 años. Cuando asistió al Hospital Materno – Infantil de Jujuy estaba de solo tres meses de gestación. Pero los médicos reaccionarios decidieron ocultarle esa información con el perverso objetivo de evitar practicarle un aborto no punible. En cuanto se enteraron de la condición en la que se encontraba, tanto ella como su madre solicitaron una interrupción voluntaria del embarazo. La respuesta se hizo esperar y, para colmo de males, la dirección del hospital, de la mano del Ministerio de Salud, acabó por resolver que le harían una cesárea a los seis meses de gestación, porque el embarazo ya estaba muy avanzado…
Descaradamente, el ministro de Salud de la provincia, Gustavo Bouhid, y la dirección del hospital declararon que estaban llevando a cabo un aborto no punible. Cuando, en verdad, la estaban obligando a parir. El cínico de Bouhid intentó justificar la tardanza en la resolución del asunto diciendo que “nadie se imaginó que podría estar embarazada… no piensas eso cuando una chica de 12 años dice que le duele la panza”. Esto es terrible, no solamente por el segundo calvario por el que hicieron pasar a esta joven sino también porque parecería ser que el propio ministro de Salud provincial no conoce su provincia y la realidad de las mujeres que en ella habitan: en Jujuy existe uno de los índices más altos de embarazos de menores de edad de todo el país.
También se amparan en el hecho de que hasta que se hubo conocido el estado de la niña, ella no había denunciado el abuso. Como cualquier chica de su edad, estaba asustada al respecto, con el espantoso agravante de que el violador la había amenazado con asesinar a toda su familia si relataba lo ocurrido. Sin embargo, aún si ella no hubiera declarado que había sido violada, la misma ley que permite la interrupción voluntaria del embarazo por tres causales, contempla que una niña de 12 años que se encuentra embarazada ha sido abusada. Esta verdad de Perogrullo se reafirma cuando vemos la evidente desigualdad que existe entre una nena y un hombre de 60 años…
Esto fue una maniobra muy dura, con la que buscaron encubrir el hecho de que le estaban negando su derecho a interrumpir un embarazo. El mismo Bouhid admite ser “pro – vida”. La obligaron a cargar con la gestación del feto y a enfrentarse a un parto ¡Luego de haber sufrido un terrible abuso! El lugar que las mujeres, y particularmente las más jóvenes, ocupamos para el gobierno y todos los funcionarios nacionales y provinciales se refleja perfectamente en este hecho aberrante.
El patético intento de “salvar las dos vidas” de esta congregación de funcionarios anti – derechos, para colmo, les salió mal. La niña prematura a la que los fanáticos del aborto clandestino llamaron Esperanza (!!!) falleció ayer, 23 de enero. Es doloroso ver cómo en su afán de negarle el derecho a decidir a una niña, revictimizándola y obligándola a continuar con un embarazo atroz, ni siquiera lograron su supuesto cometido. Nadie salvó ninguna vida: le arruinaron la infancia a una nena e hicieron pasar por una tortura durante cuatro días a una recién nacida. Así de perversa es la realidad que vivimos las mujeres en este sistema opresivo, que sostienen las instituciones del Estado, apoyadas en los grupos celestes.
Implementación urgente de la ILE en todo el país
Esta barbaridad podría haber ocurrido en casi cualquier provincia del interior de la Argentina. Es que gobernadores, ministros y autoridades sanitarias violan una y otra vez la ley para no conceder a las mujeres y niñas la posibilidad de decidir sobre su cuerpo. El gobernador Gerardo Morales, el ministro Bouhid y el gobierno de Macri son enteramente responsables de la barbarie a la que mujeres y niñas son sometidas.
Este 2019 arrancó marcado por este caso, otros similares y una oleada de 15 femicidios. La respuesta del movimiento de mujeres no se hizo esperar. El lunes pasado, Las Rojas movilizamos junto a otras organizaciones a la Casa de la Provincia de Jujuy para denunciar este hecho. Ya estamos organizando asambleas esta misma semana para repudiar la violencia machista, la precarización laboral que sufren las trabajadoras de las líneas 144 y 133 y acompañar a la Comisión de Mujeres de Pilkington, que se organiza contra los despidos y el ajuste de Macri. Ya hay acordadas para febrero asambleas con el fin de organizar el próximo 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Es momento de seguir organizadas en las calles, de forma independiente del gobierno y de todos los sectores que le permiten continuar con sus políticas de violencia y miseria. Es momento de que las organizaciones independientes del movimiento y la izquierda nos unamos en las luchas y, también en el terreno electoral, para combatir la barbarie capitalista y patriarcal. Esta violencia no se aguanta más: hay que cambiar este mundo de explotación y opresión.