Romina Tejerina
Ellos la tienen presa, nosotras luchamos por su libertad
La historia de Romina Tejerina comienza poco después de su cumpleaños número 18, una noche de agosto en la que su vecino la violó. Producto de esa violación ella quedó embarazada, e intentó abortar por los medios a los que una joven de un barrio carenciado puede acceder, ninguno de ellos, claro está, es una clínica privada en condiciones de higiene y seguridad. Finalmente, en el baño de su casa parió al fruto de esa noche de abuso y violencia, y fuera de sí misma, al ver en él la cara del violador, lo apuñaló. La justicia jujeña no la dejó ni recuperarse de la infección en el hospital, que ya la habían apresado. 14 años de condena fue el veredicto del juicio/farsa mientras su violador está libre.
¿Por qué tanto ensañamiento? Es que a través de la condena a Romina quieren escarmentarnos al conjunto de las mujeres para decirnos que estamos obligadas a ser madres cuando cualquiera menos nosotras lo decida así, que hay que estar dispuestas para el disfrute de los machos, y ante todo esto tenemos que mantenernos siempre sumisas. Pero los ataques a Romina no terminaron con la injusta condena, siguen adentro de la cárcel, donde la voluntad de otras compañeras es comprada para hostigarla y golpearla, con la justicia que pone impedimentos para que no pueda estudiar, con los medios que la estigmatizan. Los responsables de esto tienen nombre y apellido: es el estado capitalista y patriarcal, el Gobierno K y la justicia Jujeña, con la siempre cómplice Iglesia retrógrada. Intentan quebrarla y acallarla, y con ella al movimiento de mujeres.
Desde el momento de su detención un sector muy importante del movimiento de mujeres hemos tomado su causa como bandera, movilizándonos para exigir su libertad. Primero enfrentando a toda la opinión pública que se ensañó con Romina tildándola de asesina, ocultando el hecho de que el violador sigue libre. La prensa, los
jueces, la opinión pública recurrieron a los clásicos “algo habrá hecho”, “es que usaba una pollera muy corta”, “iba a bailar” y toda clase de estigmatizaciones que se utilizan para justificar/acallar la violencia hacia las mujeres. Lamentablemente un sector del movimiento de mujeres tampoco vio lo que significaba la detención de Romina y la Campaña por el Derecho al Aborto tardó varios años en tomar la causa. Incluso muchas compañeras se hicieron eco de lo peor de la prensa y la justicia patronal, creyendo erróneamente que ponerse del lado de Romina era desviarse de la lucha por el derecho al aborto. Por su parte, el PCR que dirigió la campaña de Romina durante varios años, tuvo la política de separar el caso de Romina de la pelea por el derecho al aborto y siempre apostaron a la negociación con gobernadores, jueces, senadores, diputados y funcionarios en lugar de apostar por la movilización del conjunto del movimiento de mujeres. Lo que en nuestra opinión fue un grave error, que costó mucho a la causa. Incluso durante el Encuentro de Mujeres que se realizó en Jujuy en 2006, fue a pesar de la orientación del PCR y la CTA que miles de mujeres nos movilizamos frente al penal donde está Romina para exigir su libertad. Es que ya Romina era un símbolo para la mayoría de las mujeres allí reunidas.
Desde Las Rojas consideramos que es fundamental fortalecer la organización y es por eso que formamos parte de la comisión por la Libertad de Romina Tejerina. En abril pasado viajamos a Jujuy junto a otras organizaciones, diputadas y Madres de Plaza de Mayo para impulsar una jornada por su libertad, donde el gobernador, después de 6 años que Romina esta presa por primera vez recibió al movimiento de mujeres. También tuvimos la oportunidad de visitarla en el penal y conocer a la mujer que no pueden derrotar, porque detrás de ella y en ella misma ya se encuentra la fuerza de miles de mujeres que luchamos por su liber-
tad. Es el abrazo de la lucha lo que permite que no quiebren a Romina, manteniéndola fuerte y con ganas de seguir pelando no solo por su libertad, sino por todas las personas que son víctimas de violencia y abusos. Es que Romina es una
joven solidaria, sensible, curiosa, que pregunta, que cuestiona y que enfrenta. Romina es un símbolo.
Es la lucha en las calles la que consiguió que Romina pueda terminar el secundario y comenzar la carrera de derecho en la Universidad Nacional de Tucumán y será también la lucha en las calles el medio para conquistar su libertad. El camino hacia esto es sin dudas la pelea por el derecho al aborto libre, legal, seguro y gratuito, porque si hubiese derecho al aborto, Romina no estaría presa y hubiésemos evitado muchos de sus sufrimientos. Unite a la campaña por la libertad de Romina Tejerina para que deje de ser la luchadora que esta en la cárcel en lugar de estar en el Encuentro de Mujeres.
¡Libertad YA a Romina Tejerina!