Hace ya más de dos años que Karina Abregú fue atacada por su marido, Gustavo Albornoz, quien la roció con alcohol y la prendió fuego. A pesar de tener el 55% de su cuerpo quemado, ella sobrevivió; no solo para contar su historia, sino para exigir justicia y formar parte de lo más granado del movimiento de mujeres, para ser una de esas compañeras que superan la victimización y se transforman en luchadoras. Junto a su hermana Carolina y varias organizaciones del movimiento de mujeres, entre las cuales estamos Las Rojas, Karina viene llevando a cabo una campaña militante por su causa: meter preso a Gustavo Albornoz y así alejar de su vida al femicida que la golpeó y maltrató durante su relación de pareja, el que intentó matarla y que nunca cumplió las cautelares que le prohibían acercarse a ella y sus hijos.