El feminismo se divide frente al ajuste K
Cuando empezamos a tomar conciencia de las injusticias que ocurren en el mundo, suele suceder que nos “enganchemos” más con alguna en especial, porque la sufrimos en carne propia o porque en nuestra época surge tal o cual movimiento de lucha que nos impacta. Pero es natural también que, a medida que nos involucramos, las experiencias y las reflexiones nos lleven a odiar todas las situaciones de opresión y desigualdad, sobre todo cuando empezamos a ver las profundas relaciones que existen entre esa injusticia particular que nos llevó a la lucha activa, y otras de las que hasta ese momento no éramos conscientes.