Trata y explotación. Un debate con la posición “pro-sexo”
Pero para hacer de un mandato opresivo una bandera de lucha, tienen que llegar al extremo de negar las relaciones de opresión que implica el régimen patriarcal. Por eso dicen que los encuentros entre las “trabajadoras sexuales” y los “clientes” no siempre son en desigualdad, entre varones machistas y mujeres víctimas, sino meramente un intercambio comercial pactado, donde hay un ‘servicio’ y un ‘precio’ que el ‘cliente’ tiene que pagar o “seguir su ruta”.